Mazda era el último reducto en los coches con botones físicos. El nuevo CX-5 se los ha llevado por delante

Mazda era el último reducto en los coches con botones físicos. El nuevo CX-5 se los ha llevado por delante

De unos años a esta parte, la industria del automovilismo ha buscado que el usuario perciba el coche como un gadget más. Las pantallas táctiles enormes han invadido los salpicaderos de casi todas las marcas y, a una velocidad pasmosa, hasta las acciones más simples y necesarias (cambiar el aire acondicionado, por ejemplo) han pasado a requerir unos cuantos toques en una pantalla. Mazda era una de las marcas que ejercía la resistencia contra esta invasión de las pantallas, manteniendo los útiles y tradicionales botones.

Pero si hablamos en pasado es por un motivo: el CX-5 demuestra que el Mazda 6e no era una excepción. Y, según Mazda, es lo que queremos.

¡Mira, sin mirar! En un punto en el que prácticamente toda la competencia estaba apostando por pantallas, cada vez más grandes y a la espera de que la tecnología estuviera lista para convertir la luna en una pantalla más, Mazda era de los últimos baluartes en la industria que se resistía a ese presente. En las últimas generaciones, seguían apostando por los botones y controles físicos en el habitáculo.

La decisión se basaba en la seguridad al volante (que, al final, es lo más importante) y a la propia experiencia del usuario. Con los botones, nuestra memoria muscular permite que realicemos acciones como controlar la música, el GPS o el aire acondicionado sin necesidad de tocar una pantalla y desviar la vista de la carretera. Y, aunque los últimos Mazda tenían una pequeña pantalla, estaba fuera del alcance, había que pulsar botones y mover diales.

Mazda, tú también… Sin embargo, parece que la presión del mercado ha terminado haciendo mella. Ya lo vimos hace unos meses con el Mazda 6e, la berlina 100% eléctrica de la compañía japonesa que incorporaba un interior extremadamente similar tanto a Tesla como a BYD y otros competidores. Esto es un interior diáfano gobernado por una enorme pantalla central. Podíamos pensar que, vale, era un 100% eléctrico y querían probar una filosofía diferente. El problema es que parece que no era un experimento.

Presentado hace unas semanas, el nuevo CX-5, eliminó el logo de Mazda del volante (esto me duele más que la desaparición de los botones), pero también incorporó una pantalla de 15,6 pulgadas en el centro del salpicadero, con los controles multimedia y de climatización. Mantiene ciertos botones en el volante, pero para cambiar cosas básicas, habrá que usar la pantalla.

Adiós, logo de Mazda. Se mantienen algunos botones, como el de emergencia o el de desempañar las lunas. Lo demás, a la pantalla y al volante

Lo que piden los clientes. Pero resulta que no sólo es la presión del mercado, sino, aparentemente, lo que quieren los clientes. En una entrevista concedida por Stefan Meisterfeld, vicepresidente de operaciones a The Drive, con Google como asistente en el coche, muchas acciones se pueden hacer mediante comandos de voz. Además, han diseñado el sistema para que sea “intuitivo, fácil de usar y fácil de conducir al mismo tiempo”.

Meisterfeld asegura que no ha sido un capricho de la marca, ya que “la opinión de los clientes ha sido, definitivamente, parte del proceso en la toma de decisiones”. Además, ha hablado del volante: “es un nuevo diseño con botones físicos con los que se pueden controlar de forma bastante intuitiva la mayoría de las funciones críticas mientras se conduce, de modo que puedas mantener las manos en el volante y los ojos en la carretera”, comenta.

En contra. Cuando se acerque el lanzamiento, veremos cuáles son esas “funciones críticas”, pero parece evidente que no hay marcha atrás y que las nuevas generaciones de los compactos y resto de la gama de SUV se sumarán a esta nueva línea de diseño y filosofía. Y lo harán en un momento en el que hay usuarios que muestran un ‘hartazgo’ por este tipo de controles táctiles y lo más importante: organismos como Euro NCAP están en contra.

Se trata del más relevante en Europa para evaluar la seguridad de los vehículos y, tras realizar las pruebas de colisión, a partir de 2026 habrá un nuevo examen. Si no puedes seleccionar los intermitentes, activar el botón ‘warning’, hacer sonar el claxon, activar los limpiaparabrisas o el botón de emergencia eCall desde un botón, el coche no tendrá las cinco estrellas.

¿Llegan tarde? Son unas medidas blanditas, pero entre esas y las quejas de usuarios, hay compañías como Volkswagen que han dado marcha atrás. Curiosamente, una de las más entusiastas con las pantallas, recientemente pegó un volantazo con declaraciones de su propio jefe de diseño confirmando que los coches “no son un teléfono”.

Al final, las modas van y vienen, aunque algunas marcas preparen el regreso de los botones, lo visto en eventos como el salón del automóvil de Shanghái nos demuestran que las pantallas han llegado para quedarse, al menos durante un tiempo. ¿Llega tarde Mazda a esta nueva forma de control? Viendo la competencia, parece que no.

Ahora veremos qué opinan los usuarios porque el Mazda 6e podía ser un experimento, pero el resto de gamas mayoritarias tenían unos botones que hacían que fueran modelos distintos a los de la competencia, y el CX-5 ha buscado no desmarcarse.

Imágenes | Mazda

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Mazda era el último reducto en los coches con botones físicos. El nuevo CX-5 se los ha llevado por delante

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Xataka

por
Alejandro Alcolea

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